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Te he encontrado de improviso
tras eternos años de
navegar sin rumbo por ahí.
Te he encontrado sin sentir dolor,
y la soledad hace tanto tiempo que ya emigró,
como presintiendo en Abril
retorno que no llegó.
Te he encontrado sin emitir sonido,
sin opinión,
y en tu cara veo dibujos, zurcos sin condición...
-¿Cuántos de ellos hoy clamarán por mí?
Nadie citó esta ocasión,
y nadie la impondrá;
nadie comentará
que undía el amor de pena murió.
Vamos a conversar de tu trabajo y mi salud,
y del cortés saludo el frío traerá
su adios de quietud.
Sigo componiendo canciones,
creando bufones,
cantando a los amigos cuando hay lugar.
¿Cómo va tu rara porfía
que lleva al llanto,
y como va la nueva familia que acaso llegando
va a este lugar
junta a pasear
y a compartir tu amor?
Te he encontrado sin sentir dolor,
y la soledad hace tanto tiempo que ya emigró,
como presintiendo en Abril
retorno que no llegó.
Te he encontrado sin emitir sonido,
sin opinión,
y en tu cara veo dibujos, zurcos sin condición...
-¿Cuántos de ellos hoy clamarán por mí?
Que estés bien,
que estés bien...
Ya mi tiempo termina y tú tomarás el tren.
Cuida ese llorar
que te ven.
Y hay tres niños
que al fin te esperan en el andén...