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Bien sé que este mundo
con su ardor competidor
insufló mi orgullo
soplador.
Entonces hermanos
susurraron con amor:
"No seas el primero
ni el mejor".
Solo haz un buen trabajo
refrescando la consciencia,
mira que entre los fieles
florecía la prudencia.
Y aquellos que se elevan
haciéndose colinas
no sonríen.
Si veo a los niños
con su juego bienhechor
siento entre vergüenza
y escozor.
Los niños no lucran
por hundir a su rival,
se dan sus manitas sin juzgar.
Solo haz un buen trabajo
refrescando la consciencia,
mira que entre los fieles
florecía la prudencia.
Y aquellos que se elevan
haciéndose cenizas
no sonríen.