Оригинален текст
Un fin de año mi guitarra
se deslizaba, sin hablar;
cuerda tras cuerda, dedo a dedo,
la comencé a surcar, a amar.
Luego un acorde, una palabra
-tímido ensayo de ilusión...-;
más tarde un universitario
que, desgarbado, era canción.
Todo tornaba en un misterio,
maravillas que contar;
la melodía en cautiverio
fue liberada de su atar:
¿Cuánto de aquello se perdió?
¿Cuánto de aquello volverá?
Cantar será
el sino aquel
que arrastre mi vivir;
lo sé, y tú
irás
trazando el sentir.
Cantar será
la carga en flor,
el yugo del amor;
lo sé, y tú
irás
sonando mejor,
llamando a la cordura y luego al sinsabor
a la locura que camufla tu dolor;
tú, mi guitarra, cigarra que murió
y que a su tiempo al fin , feliz, resucitó.
En mi guitarra se han grabado
idiomas sin transliterar;
remotos versos de montañas,
nieves eternas sin final.
En cada acorde, cada estrofa,
se configura algo de mí;
y algo de tí se va moldeando,
como en la lucha por vivir.
Todo tornaba en un misterio,
maravillas que contar;
la melodía en cautiverio
fue liberada de su atar:
¿Cuánto de aquello se perdió?
¿Cuánto de aquello volverá?
Cantar será
el sino aquel
que arrastre mi vivir;
lo sé, y tú
irás
trazando el sentir.
Cantar será
la carga en flor,
el yugo del amor;
lo sé, y tú
irás
sonando mejor,
cantar.