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Cuando te amé
por primera vez,
todo era poesía.
La juventud ardía
en nuestros cuerpos,
en nuestra fantasía.
Y yo te amé
como un chiquillo
puede amar,
y me perdí en sueños.
cuando te fuíste de mi
yo lloré, como un chiquillo
suele llorar.
Cuando te amé
por segunda vez
ya era un hombre hecho.
Y en mis brazos
fuíste tu mujer,
con todos tus defectos.
Y yo te amé
como un adulto sabe amar
viviendo realidades.
Cuando te fuíste de mi
yo lloré
como un hombre no debe llorar.
Cuando en soledad, reviviendo añoranzas
creí sentir, renacer la esperanza.
Pasaste tu a mi lado
y el pasado volvió, recordé tus abrazos
y entonces nuevamente te amé.
Y de tí me acordé,
linda y tierna en mis brazos.
Casi fue que te llamé
pero al pensar en mi mismo
yo detuve mis pasos.
Con tantos recuerdos
me dí cuenta que un hombre
también sabe llorar.