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Yo le doy gracias a Cristo
que aunque lo he perdido todo
no me siento defraudado
en la vida yo tenía lujos y riquezas,
un hogar establecido mil amigos y empresas
mi orgullo se elevaba tanto que en Dios
yo no creía no, no, no.
Miren como paga le mundo
todo aquel que bien le sirve
de fracasos en fracasos en la ruina me dejó
sin amigos y sin dinero triste y solo quedé.
En esa triste condición
mi Cristo me encontró,
tirado en el camino pobre,
desnudo y sin amor;
abrió sus tiernos brazos
y de allí me levantó, me hizo nueva criatura
hoy soy feliz gracias a Dios.
Hoy que no tengo riquezas,
soy el más afortunado
en Cristo estoy completo
lo que el mundo no me dio
en Cristo lo tengo todo
esa paz que el hombre anhela,
ese amor desinteresado,
ese amigo que nunca jamás
al hombre ha traicionado.
Miren que la vida en Cristo,
es la vida más hermosa
no hay fracasos no hay derrotas
todo es triunfo en el Señor;
Jesús es nuestra victoria
y nuestro libertador.