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Cuando le dije adiós a mi ciudad
no quise despedidas ni llorar,
le dí un beso a mi madre en el portal
como si no me fuera de verdad.
Cuando le dije adiós a mi ciudad
una niña me dijo escríbeme,
si me prometes que regresarás
aquí me quedaré esperándote.
Vengo de un lugar,
que no olvido por más lejos que pueda estar,
Vengo de un lugar,
de una tierra que guarda en ella mi otra mitad.
Donde el mar y la arena
besan mi tierra buena, esa que dejé,
qué sencilla es mi gente
cálida y transparente, no la olvidaré.
Vengo de un lugar, yo soy de allá,
yo soy de allá...
Vengo de un lugar, yo soy de allá,
yo soy de allá.
A veces me pregunto que será,
de esos viejos amigos que dejé,
cómo estará mi barrio y la ciudad,
y la añorada esquina del café.
No importa la distancia que hay al fin,
entre mi tierra hermosa y donde estoy,
nada podrá arrancarme hasta morir,
del vientre del lugar de donde soy.
Vengo de un lugar,
que no olvido por más lejos que pueda estar,
Vengo de un lugar,
de una tierra que guarda en ella mi otra mitad.
Donde el mar y la arena
besan mi tierra buena, esa que dejé,
qué sencilla es mi gente
cálida y transparente, no la olvidaré.
Vengo de un lugar, yo soy de allá,
yo soy de allá...
Vengo de un lugar, yo soy de allá,
yo soy de allá.