Оригинален текст
Era una noche clara,
brillaban las estrellas,
cantaban los sapitos,
jugueteaban con ellas.
Yo tenia la bragueta
abierta a la mitad
porque estaba sacando
el pito para mear.
De pronto escuche un ruido
entre los matorrales,
subí el cierre maldito
y me apreté el pitito.
Corrí por todo el campo
puteando a las estrellas,
estaba amaneciendo,
yo seguía puteando.
Y mi Carlitos
aun sigue atrapado
entre los dientes
de aquel maldito cierre.
Tenía su cuerpito adentro,
la cabecita estaba afuera
y sus ojitos me lo pedían
"papi, no me dejes que muera".
Con la vergüenza a flor de piel
con un doctor me la hice ver,
me dijo "no se va a salvar,
se la tenemos que...
se la tenemos que...
se la tenemos que cortar"
Hace dos anos que pasó
y mi Carlitos sigue vivo.
Por más que a veces me da asco....
lo tengo guardado en un frasco.