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No he podido olvidar
las tarde que nos encontramos,
tampoco dejo de pensar
lo que esa tarde conversamos.
Problemas con tu marido
desamores de tu mujer.
Tus ojos no los olvido
espero en ellos volverme a ver.
Esa tarde comentamos
el futuro de nuestras vidas
esa tarde nos curamos uno a otro sus heridas.
Pero lo que yo no olvido
y nunca puedo olvidar
es aquel beso prohibido
que nunca te lo pude dar.