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Ya no se
si son mis lagrimas
o es la lluvia,
tu eres el agua en mi sed
y el sol en mi dia.
Desde mi ventana veo tristezas dejadas,
imagino tus ojos entre los cristales
como la felicidad encontrada
al darte un ramo de flores.
Desde que te vi
no te quize olvidar nunca,
con mi boligrafo que apunta
y apunta de mi sola
inspiracion porque tu eres mi vida,
porque de la entrada
de mi ncorazon tienes las llaves,
y eres mi unica salida.
Adorada te escribi una carta
mejor te dire lo que dice en ella
tengo el mismo sueño cada noche
estoy enmedio de una carretera
y me parece ver una mujer muy bella;
sigo la espera
ella parece hada
la luz esta apagada
escribo en una pagina
me parece ver
escribo una cancion y tu llegada
la cancion te tiene que pertenecer.
Si deseo tanto tu beso
para curar mi herida,
todo lo que tengo
te lo ofrezco a ti
y lo perdere
cuando te marches querida.
Paz y guerra
habita corazones de esta tierra,
yo no tengo nada
tu puedes quedarte con toda
mi esperanza,
espera
pues ya
me he quedado sin nada para dar os
solo un alma y un corazon
dispuestos para amar os...
Otra vez
mis palabras te llaman
el humo de un incendio
queda escrita en mi
tan profundo y vacio
sentimiento,
como es el silencio,
eso que siente al tu alejarte,
cuando te pregunte
si quieres seguir conmigo
seguiremos los dos hacia adelante.
Cuando es un nuevo dia
mi corazon aun te quiere
sueño en tu corazon quedar atrapado
el tiempo se detiene,
llorar no dejare
que mis ojos se acostumbren
pidele un deseo a las estrellas
te enseñare que si se cumplen.
Si te digo las verdades
pues cuando me miras
quiero estar solo contigo
solo tu, sin tus amigas.
Tengo sueños en la cabeza
quiero cumplirlos hoy
la verdad
quiero que me quiera como soy.
Que yo no te voy a dejar de amar jamas
claro que los versos que te doy
son para enamorarte mas;
te escribiria mas
por una mirada sincera,que
te amare siempre y mil canciones
te escribiera.
Sufro por lo ke kiero
muero por lo mio
por ti mi vida
sin ti no se que hacer
sin ti me siento vacio
y sufro a cada hora,
sonrio pocas veces
la felicida se evapora
a la misma hora
que mi soledad crece.