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Esta es la historia
De una puta
Llamada perricienta
Que empezó en la calle 22
Rechazada por sus hermanastras
Castigada por su abuelastra
Pobre perra despreciada
Los calzones de las hermanas lavaba
Las enaguas de la abuela revisaba
Y las ratas de la casa espantaba
Perricienta ya cansada
A la caracas se escapaba
Y a donde sus amigas las enjauladas
Buenas mañas imitaba
Supo que era una verga
Y su adicción por ella
Mucho semen comería
Y la boca no se limpiaría
ganándose una sífilis divina