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Anoche estuve llorando
horas enteras,
pensando que sólo tú eras
toda la causa de mi sufrir.
Mi vida ¿por qué te alejas?
¿por qué me dejas?
si sabes que en este mundo
sin tu cariño no he de vivir.
¡Ay!
cómo sufre mi pecho,
por Dios no hay derecho
que tu seas así.
No, ya no puedo aguantarme
si tu no regresas
me voy a morir.
Anoche estuve llorando
horas enteras;
pensando en ti vida mía,
el nuevo día me sorprendió.
Después me quedé dormido
y en ese sueño logré
tenerte en mis brazos,
se fue mi llanto, murió el dolor.
¡Ay!
cómo sufre mi pecho,
por Dios no hay derecho
que tu seas así.