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Brindemos esta noche
tratemos de negociar,
sin el ansia de pelear
hasta cansarse,
llevemos la fiesta en paz
hasta la última copa,
dejemos empeñados los enojos,
en que caímos presos.
Y así,
sin anteponer la pasión o el ayer
encontramos de nuevo la sabia y la miel.
No pregonemos los besos
que hicieron del tedio cimiento
atendamos al mal consejo
que brinda nuestro reflejo.
Salir hasta pasada la madrugada,
llegar al límite del juego,
que mientras seamos sinceros
nos colmen de risas los celos.
Y así...