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Una mañana visité Cuautla, Morelos
y por la tarde fui a la tumba de Zapata
al cementerio vi llegar a un guerrillero
a un ancianito coronel de barba blanca
Con seis medallas en su pecho
ya oxidadas, un treinta-treinta enmohecido
entre sus manos
llegó el anciano de figura ya encorbada
para cuadrarse ante el sepulcro de Emiliano.
Dijo en sollozos:
-General, hay novedades. Bajo tu nombre
muchos se han enriquecido, hablan bonito
de tu nombre y tus ideales, mas a los tuyos
los tienen en el olvido.-
-La tierra fértil por la cual siempre luchamos
la que regaste con tu sangre en Chinameca
los que vivimos, sin parcela nos quedamos,
solo tenemos amaguras y pobrezas.-
Formando letras con cartuchos
ya quemados, sobre la loza
le escribió ¡Viva Zapata!
Mi general, te comunico
alerta estamos, los zapatistas
al llamado de la patria.