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Una carta,
y dices que me quieres,
una carta,
y no me haz olvidado.
Una carta
fría como ayer
cuando infiel en brazos de otros
a mi amor lo echabas al fracaso.
Una carta,
intenta borrar huellas,
cicatrices
y dejaste en mi pecho.
Y mi corazón me dice no,
a pesar que nunca te olvide,
no puedo arrancarme
tu desprecio.
Tu desprecio
fue mi cruz y mi agonía,
y hoy pretendes remediar
tu cruel traición.
Y mi corazón te dice no,
a pesar que nunca te olvide,
no puedo arrancarme
tu desprecio.