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Hoy, me he visto en el espejo
y había otro sabor, otra ilusión.
He disfrazao mi odio, le puesto color,
lo he hecho hasta canción.
En la que pongo mi despedida,
a los ojos, que delito hizo de mi vida,
el compartir junto a ti un mismo latir
en distinto corazón, que me encarceló.
Pero que pronto se olvida
tu compañía, en una barra,
una botella me ayuda a olvidar
el sabor a mierda que dejaste al besar,
los besos que no dicen nada,
por lo que escuchar, por lo que luchar,
he aprendido a vivir en la soledad.
Y no quiero volverte a ver.
Cada despertar, al amanecer,
desato uno a uno los nudos
que me impiden ver,
que mas allá de ti,
había un porvenir,
que me volvió:
Un antro de movida, y por dentro
un pétalo de flor, que se marchitó.
¿Es que no sabes tú que la flor
no solo vive de la luz del sol?
Tengo en la boca muertas las palabras
que se parten en ti.
Tengo el alma dolida,
de tantas caricias que di al malvivir.
Tengo las manos llenas
de huecos vacíos buscando una piel.
Tengo tristeza y pena
de ver al amor morir de sed
Y no quiero volverte a ver.