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Me agarro la federal,
y me dio unas calentadas,
porque no quise decirles,
para onde la llevaba,
por mas golpes que me dieron,
no lograron saber nada,
yo no naci pa soplón,
nunca hablo mas de la cuenta,
desde niño me enseñaron,
que no hay que ser lengua suelta,
yo no traiciono a mi gente,
y por eso me respetan,
fueron 100 kilos de reyna,
lo que esa vez me bajaron,
como era grande la carga,
ellos no la reportaron,
se repartieron los kilos,
y por muerto me dejaron.
Pensaron que era muy fácil,
desplumar a un pavorreal,
conmigo se equivocaron,
esos de la federal,
soy de pellejo muy duro,
se los voy a demostrar,
yo no les temo a los judas,
menos de andar arriesgando,
al parche yo no le saco,
y kilos sigo entregando,
cuando ellos van yo ya vengo,
pues me gusta el contrabando,
con su permiso compita,
ya se va este sinaloense,
voy con destino a la sierra,
me devuelvo con mi gente,
porque 100 kilos de reyna,
todavia quedan pendiente.