Оригинален текст
Esta vez te lo dedico a vos, hermano amigo, que desde ayer
andás conmigo este camino.
Es mía la suerte de poder cantar esto que mando; agradecido
a vos, arquetipo del "nunca aflojar", leal y gamba;
amigo: fundido estoy con vos.
No olvidé, será por eso que, aunque yo rezo, no creo en el perdón,
sí en el destino que nos arrimó;
fueron las plateadas cruces de Black Sabbath y su resplandor,
sumadas a la bella séptima estrella. ¡Y la concha de Dios!
¡Que estamos unidos!
desde el mediodía, del domingo aquel,
donde se intercambiaban discos de vinilo.
Con rumbo al otro lado, vamos vos y yo.
¡Vos y yo!
No olvidé, será por eso que, aunque yo rezo, no creo en el perdón,
sí en el destino que nos arrimó;
fueron las plateadas cruces de Black Sabbath y su resplandor,
sumadas a la bella séptima estrella. ¡Y la concha de Dios!
¡Que estamos unidos!
desde el mediodía, del domingo aquel,
donde se intercambiaban discos de vinilo.
Con rumbo al otro lado, vamos vos y yo.
Con rumbo al otro lado, vos; y yo: fundido a vos.
No olvidé.
No olvidé. Y sé que no olvidar es grande y fuerte.
No olvidé.