Влез Регистрация

Скрий

Забравена парола

Забравена парола? Въведи твоят e-mail адрес и ще ти изпратим link, с който да създадеш нова парола.

Назад

Затвори
Alberto Plaza

Alberto Plaza

Aventurera

Адреса на видеото във Youtube, Vbox7 или Vimeo

Оригинален текст

Acostumbrado a decir te quiero con una sonrisa;
acostumbrado a regalarte con los ojos una flor,
ya no te he vuelto a decir "te quiero"
y nunca mas te regale una flor
mala costumbre no decir "te quiero" a viva voz

Y aquellas cosas que hace algunos años nos hacían reír,
están tomando forma de recuerdo y nos hacen llorar,
ya no hemos vuelto a caminar de la mano
por la playa hasta que muera el sol
mala costumbre no escribir en la arena "tu y yo"

Aventurera ya se acaba el tiempo para aventurar;
aventurera que no tenga cada cosa su lugar,
Aventureros de la madrugada vamos a juntar
amaneceres empinando besos hasta emborrachar
nos amaremos tanto, que el amor
va a estar celoso de nosotros,

Aventureros hasta que la luna vaya a naufragar;
hasta que el día nos recuerde todo lo que hay que olvidar
nos amaremos tanto, que el amor
va a estar celoso de nosotros
Acostumbrado a suponer que tu ya me conoces bien;
he postergado nuevamente un beso solo por creer
que un sentimiento no puede morirse,
que se conquista una sola vez
mala costumbre que lo entienda y no lo quiera comprender.

Aventurera con una mirada de complicidad
Aventurera puedes darme fuerza para continuar
Aventureros de la madrugada vamos a estallar
en un millón de nuevas aventuras en la oscuridad,
nos amaremos tanto, que el amor
va a estar celoso de nosotros
Aventurera ya se acaba el tiempo para aventurar
Aventurera que no tenga cada cosa su lugar
nos amaremos tanto, que el amor
va a estar celoso de nosotros.

Aventurera ya se acaba el tiempo para aventurar
Aventurera que no tenga cada cosa su lugar
nos amaremos tanto, que el amor
va a estar celoso de nosotros.

Aventurera con una mirada de complicidad
Aventurera, puedes darme fuerza para continuar.
nos amaremos tanto, que el a

добави Превод

Зареди коментарите

Още текстове от Alberto Plaza