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Sueña, Riofrío!
Un pilar en pie por San Miguel, nuestro capitel.
Sois la misma piel que aquel doncel sobre su corcel.
Hoy presagio que voy a vencer este amanecer.
Voy despacio al ver un coronel, Victoriano es.
Eclosión brutal de libertad, ninfas de maldad sin dignidad,
trucha sin piedad en su verdad,¡ cuánto hay que tragar!
Y en las noches de invierno, cuando me quedo solito,
yo solito me abrigo, yo solito ¡me mimo!
Reviento canteras de piedra y me bebo bodegas enteras en mis pensamientos.
Me muero y al rato renazco de nuevo cortando los fueros que llegan al cielo.
Envaino el acero mirando el lucero que tiñe en su velo mis noches de anhelo.
Y, al alba, después de cada batalla si pudierais contemplar
Puntas de lanza guardan las distancias, notas furtivas dictan las dulzainas,
y en las retinas nostalgia en venganza, yacen caídas banderas sin asta.
Por eso, a veces, yo también me vuelvo ¡un poco loco!
Un pilar en pie por San Miguel, nuestro capitel.
No vais a vender a ningún fiel, miel en vuestra hiel.
Eclosión brutal de libertad, ninfas de maldad sin dignidad,
trucha sin piedad en su verdad, ¡cuánto hay que tragar!
Eclosión brutal de libertad, ¡cuánto hay que tragar!
Y enterradme en vuestro pecho, como espero enterraros yo,
bajo tierra patatera para que esto siga teniendo vida.