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No hay porque temer
No hay porque dudar
Cuando las ganas de amar se acaban
Y hasta la vida me sabe mal
No hay que acobardarse
Nunca ir atrás
Cuando el invierno me cobija el alma
Es buen tiempo pa recordar
Que
Me robaste la tristeza,
La que había en mis pupilas,
Me robaste el frío de mi rostro,
Con tus labios
Me prohibiste la neblina
Me negaste la amargura
Me dejaste ver el día,
Y me amaste, en mis locuras