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Perseguido por un pueblo,
perseguido en injusticia.
Todos gritan su nombre, parece un terrorista.
En sus manos llevan armas, en sus ojos la maldad.
Más hay una promesa divina
que mi alma salvará.
Y lo llevan arrastrando, todo su cuerpo lacerando.
Sin ni siquiera merecerlo, lleva este peso tan pesado.
Miro sus lágrimas caer, miro su sangre derramar.
Entregando su espíritu, consumado es.
//Cicatrices veo hoy, y tu mano viva está.
Mi pecado se limpio para tu muerte recordar.//
Todo estaba ya perdido, todos estaban tan heridos.
Y esa mujer en la tumba, anunciando la locura.
La promesa ya cumplida, el milagro más perfecto.
Revivio de entre los muertos, Jesucristo Rey Divino.
//Cicatrices veo hoy, y tu mano viva está.
Mi pecado se limpio para tu muerte recordar.//
Mueres, caes y te levantas. //
Mueres por mi, y así me salvas.