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Ella tiene 16 y va a colegio privado,
viste ropa elegante y lleva su pelo atado.
Lleva una hermosa sonrisa, una joven mirada,
unos labios rojisos, y su piel es rosada.
Su pelo lleva el perfume, que lleva su piel,
lleva aroma de niña, mezclada con mujer.
Su nombre es adecuado a su forma de hablar,
a su carácter callado y a su sensualidad.
Ella es la chica perfecta, que te puede encontrar,
con un par de palabritas, te puedes enamorar.
Ella vive su vida en Montevideo, Uruguay,
estudiando una carrera pa' no tener que viajar.
Yo tengo 19 y ando por ahí,
buscandome la vida pa' poder seguir,
mi ropa no es elegante, tampoco es sensual.
Yo me visto a la mía, asi lo pueden llamar.
Y aún así fue tan diferente,
como el pasado o el presente,
sigo llevandola en mi mente,
corazón caliente, que late por ella muy fuerte,
al recoradarla aunque ella no este presente.
Ella es el aire, que yo respiro noche y día,
ella es Camila la que me inspira,
la que me abriga, siempre al dormir,
suelo soñarla a mi lado.
Pero no hay caso pa',
siempre amanesco congelado.
Ahí va, mira que duele,
cuando se ama a una mujer y no la tienes.
Ahí va, mira que feo,
que es despertar y esperar la noche,
pa' soñarla de nuevo.
Nuestro romance fue corto y deprisa,
pero me quedo, me quedo, con aquella sonrisa.
Que al recordarla, hace correr por mi una brisa,
y puede hacer caer lagrimas por mi mejilla.
Mi estomago vibra, como si fuera un pequeño,
me hace acordar, de que una vez yo fui su dueño,
y la tuve entre mis brazos y ella me dijo un te quiero,
como un idota yo le di mi corazón entero.
Ahora por más que quiera,
hoy ya no puedo amar,
pues mi corazón se lo he dejado allá en el Uruguay.
Ahí va, mira que duele,
cuando se ama a una mujer y no la tienes.
Ahí va, mira que feo,
que es despertar y esperar la noche,
pa' soñarla de nuevo..